Hablar de zapatos de lujo es hablar de Manolo Blahnik. Una simbiosis perfecta que lleva más de 50 años de unión, cautivando a todos los fashionista con unos diseños extraordinarios. Tantos años han dado para mucho. Quizás por ello, Manolo Blahnik ha querido abrir sus archivos para recordarle al mundo porqué es uno de los grandes del diseño.
Desde su web puede acceder a los archivos de Manolo Blahnik a través de una exposición virtual interactiva que le permite ver la amplitud de esos archivos, la inspiración de cada una de las creaciones del diseñador o la innovación constante a través de sus modelos. Una exposición plagada de los dibujos originales que el propio Manolo crea para cada una de sus creaciones. Al diseñador le encanta dibujar y precisamente esos bocetos, hechos a mano, son los que cuentan una historia surgida de la imaginación de Blahnik y a partir de la cual crea sus zapatos.
Así por ejemplo, descubrimos que en su colección 1985-86 bautizó cada estilo con el nombre de uno de los iconos culturales de España. Balenciaga, Velázquez, Montiel, Massiel, Julio, Retiro o Prado, en honor a uno de sus museo favoritos. O que el modelo Tíber hace referencia a esa Roma antigua que tanto ha inspirado a Blahnik, sobre todo esas sandalias romanas de muchas de sus estatuas.
También los adornos florales de sus zapatos que surgen de su amor por los jardines y de haber crecido en una plantación tropical de plátanos. O el modelo Marta inspirado por la bailarina Martha Graham. Incluso los palacios de Trianon de Versalles son gran fuente de inspiración del diseñador. Desde su reinterpretación de los zapatos de salón del siglo XVIII a los que Blahnik alargó el talón y su lengüeta para hacerlos más contemporáneos. Hasta su versión “Antonietta”, diseñados para la película María Antonieta de Sofía Coppola con la que ganó un Óscar en 2006.
Un archivo muy interesante que vale la pena visitar. Dejarse tentar por los dibujos de Manolo Blahnik y descubrir la interesante historia surgida detrás de cada uno de ellos. Su inspiración, su diseño y por supuesto, la artesanía utilizada en cada una de sus piezas. Algunas de las cuales son auténticas obras de arte.
Todo un legado de una marca fundada en 1970 por un joven creador, nacido en Canarias de padre checo y madre española, que nunca pensó en crear zapatos. A pesar de que de niño ya fabricaba zapatos con envoltorios de chocolate para los lagartos de su jardín, Blahnik quería ser escenógrafo. Sin embargo, en una visita a Nueva York junto a su amiga Paloma Picasso, se reunió con la editora de Vogue Diana Vreeland para mostrarle sus dibujos de una obra de teatro. Al mirar sus bocetos, Diana se fijó en las sandalias de uno de los protagonistas y le dijo al diseñador que dejara la escenografía para centrarse en los zapatos. Y así lo hizo. El resto ya es historia.
© Imágenes Manolo Blanhik
MARTA PARAREDA
"Periodista, especializada en Comunicación de Moda. Tras pasar por varios medios de comunicación desembarqué en el sector del lujo y rápidamente me cautivó. Mi mayor logro sería que los lectores disfrutaran tanto leyendo como yo lo hago escribiendo"