Si no ha probado nunca un macaron, no sabe lo que se pierde. Considerados una de las joyas de la pastelería francesa, son deliciosos pastelitos compuestos por un merengue de cáscara blanda, aromatizados con almendra y con un centro cremoso de sutiles sabores. Una delicatesen muy parisina que, contrariamente a lo que se piensa, tienen su origen en Italia.
Los macarons surgieron en Italia en el siglo XVI. Era un dulce, parecido al mazapán que se elaboraba con almendras. Llegaron a Francia gracias a la boda de Catalina de Médici con el duque Henri de Orleans. Y pronto, conquistaron los paladares de la aristocracia francesa. No había fiesta o evento en el que no apareciera esa pequeña delicatesen dulces. Hasta Luis XVI y María Antonieta lo servían en Versalles. Sin embargo, no eran pastelitos de colores como los de ahora, ni tenían una doble capa de merengue. Eso se lo debemos al pastelero Pierre Desfontaines, primo del fundador de Maison Ladurée.
En 1930, Desfontaine tuvo la genial idea de armar dos carcasas de macarons, adornadas con una sabrosa ganache. El resto ya es historia. Desde entonces, la historia de Maison Ladurée y los macarons han estado ligadas.
Maison Ladurée tiene también el privilegio de ser la inventora de los salones de té franceses. Tras la quema de su pequeña panadería creada en 1862 en la rue Royale de París, la familia Ladurée reabrió un nuevo establecimiento, donde tuvieron la idea de ofrecer degustación. Fue allí, donde sus exquisitos macarons se popularizaron.
Ese pastelito de colores, compuesto por dos conchas creadas a partir de una mezcla de polvo de almendras, azúcar glas y clara de huevo, que se combina con una deliciosa garnache de diferentes sabores, se convirtió en todo un icono de la casa. Actualmente es uno de los puntos de Paris a los que debes acudir para degustar los mejores macarons del mundo.
A pesar de contar con 160 años de historia, la prestigiosa pastelería de lujo Maion Ladurée sigue innovando año tras años con nuevos sabores de macarons. En sus establecimientos puede encontrar los sabores más tradicionales, como los de chocolate, limón, frambuesa o café. Pero también sabores más sorprendentes como jengibre con frambuesa, rosa cardamomo, rosa lichi o frutos rojos espumosos, entre muchos otros.
En ocasiones también realizan macarons con un marcado homenaje a la historia de Francia. Así, existe un original macaron de Té María Antonieta, de color azul, compuesto por tés negros de China e India, acompañados de pétalos de rosa, cítricos y miel. O el macaron Calisso, donde sus dos conchas están espolvoreadas con azúcar amarillo y adornadas con crema de naranja confitada, azahar y almendra, en honor a los orígenes del país. Toda una delicia.
Este año, para conmemorar su 160 aniversario, el responsable dulce de Maison Ladurrée se ha adentrado en los archivos de la casa para reinterpretar algunas de sus recetas más icónicas, como el macaron de manzana caramelizada o el macaron original de almendra amarga.
© Imágenes Maison Laudée
MARTA PARAREDA
"Periodista, especializada en Comunicación de Moda. Tras pasar por varios medios de comunicación desembarqué en el sector del lujo y rápidamente me cautivó. Mi mayor logro sería que los lectores disfrutaran tanto leyendo como yo lo hago escribiendo"