Aunque pueda parecer una cosa del pasado, lo cierto es que los Clubs Privados para miembros han sabido reinventarse y convertirse en auténticos bastiones del lujo. Lugares que funcionan por membresía y que suele aglutinar lo más granado de la sociedad. Donde las sinergias entre socios son la nota dominante y sus aficiones su punto de unión.
Surgidos a finales del siglo XVII, los clubs privados eran el lugar donde los hombres de clase aristocrática se reunían para escapar de sus mujeres e hijos, huir de las preocupaciones y, de paso, jugar y apostar dinero. Con el paso del tiempo fueron evolucionando, permitiendo el acceso a mujeres y a otras clases sociales. Hoy en día, siguen siendo punto de encuentro de empresarios y gente adinerada que han cambiado las apuestas por el golf y las reuniones sin mujeres por escapadas familiares.
Uno de ellos es The Carnegie Club at Skibo Castle. Considerado uno de los más exclusivos del mundo, este año cumple 25 años. Sus miembros suelen llegar a él en jet privado, helicóptero o Land Rover con chófer desde el aeropuerto de Inverness en Escocia. Y es que su situación en las Highlands le proporciona un entorno único y una estancia inolvidable.
Con una impresionante arquitectura baronial escocesa en su exterior y un refinado estilo eduardiano en el interior, The Carnegie Club tan solo quiere que sus socios se sientan como en casa. Que sea un hogar lejos del hogar. Con un servicio impecable y cercano que haga sentir a sus huéspedes como si estuvieran en familia. Por ello, cuenta con 21 habitaciones y 12 cabañas esparcidas por la finca de 7500 acres. Estas últimas ideales para aquellos que buscan la privacidad y una estancia en familia.
Los miembros son despertados cada mañana por el sonido de un gaitero residente. Tras lo que les espera un suculento desayuno con productos de la tierra. Pueden pasar la mañana pescando. Mejorando su marca personal en el campo de tiro al plato o disfrutando de un paseo a galope con una hermosa yegua castaña. No olvidemos el té de las cinco en el Drawing Room. Para proseguir por la tarde con más actividades. Bañarse en la preciosa piscina acristalada. Hacerse un tratamiento en el Skibo Spa o simplemente relajarse leyendo en la biblioteca. Todo ello con un flujo interminable de champán a su disposición.
Las instalaciones de The Carnegie Club son de última generación, así como algunas de sus actividades. No es extraño realizar una excursión en quad o seagway. Aunque, sin duda, la joya de la corana de este exclusivo club es Carnegie Links. Un campo de golf de campeonato de 18 hoyos en las orillas del Dornoch Firth que está clasificado como uno de los mejores del mundo. Cerca de 6,833 yardas donde los miembros son libres de practicar su deporte favorito siempre que les apetezca.
Como la mayoría de estos clubs privados de miembros, la afiliación al The Carnegie Club at Skibo Castle se realiza solo con invitación de algún socio y tras desembolsar una suma considerable de inscripción y una cuota anual. Pero la escapada a este idílico lugar merece la pena.
Eso también es lo que pensó Andrew Carnegie, de quien toma el nombre el lugar. El que durante un tiempo fue el hombre más rico del mundo podía haber vivido en cualquier parte del planeta, pero eligió el castillo de Skibo para que su hija tuviera la mejor infancia en las Highlands escocesas. Adquirió la propiedad en 1898 y pronto se convirtió en centro de reunión y entretenimiento de algunos de sus visitantes y amigos más ilustres, como John D. Rockefeller o J.P.Morgan. En 1995 se fundó el club y en 2003, un empresario estadounidense y antiguo socio del club compró la propiedad, la restauró y la convirtió en el retiro de élite más exclusivo de Escocia.
© Imágenes The Carnegie Club at Skibo Castle
MARTA PARAREDA
"Periodista, especializada en Comunicación de Moda. Tras pasar por varios medios de comunicación desembarqué en el sector del lujo y rápidamente me cautivó. Mi mayor logro sería que los lectores disfrutaran tanto leyendo como yo lo hago escribiendo"