Hay objetos que no necesitan presentación. Productos de una marca que se han convertido, a veces sin pretenderlo, en todo un referente de la firma. En un icono que la ha acompañado a lo largo de su historia, creando entre ambos una unión inquebrantable. Una simbiosis perfecta.
Tal es el caso de Bvlgari y su icónica colección Serpenti. Una unión que cumple este año su 75 aniversario, y que se mantiene tan fuerte como el primer día. Serpenti es la colección de Alta Joyería más icónica de la firma de joyería italiana. A lo largo de los años ha ido evolucionando, pero nunca ha dejado de estar presente. Otras han llegado, han triunfado y han desaparecido, pero Serpenti siempre ha estado ahí. Quizás porque la serpiente que la forma es símbolo de nuevos comienzos, de protección, de curación, de seducción y de fuerza. Unos valores fácilmente aplicables a cualquier época de la historia más reciente.
Su inicio está muy ligada a esos símbolos que la serpiente representa. La primera pieza de Serpenti se creó en 1948. Una época marcada por el final de la II Guerra Mundial y, por tanto, de nuevos comienzos y de momentos de necesaria curación. Era una pieza que se diseñó bajo una nueva técnica, revolucionaria para su época, denominada Turbogas. Una malla tubular que hace que las escamas que la forman no estén soldadas rígidamente, sino que están conectadas entre sí por un interior flexible, que permiten enrollarse alrededor del usuario como una segunda piel.
Con los años, Serpenti fue evolucionando, creando diseños con la cabeza de la serpiente más realista, combinada con esmaltes, con materiales y piedras preciosas. No solo en relojes, sino en collares, anillos, brazaletes o colgantes. Año tras año, ha ido evolucionando, según las modas y las nuevas técnicas, pero siempre manteniendo su inconfundible estética y manteniendo los valores que la crearon.
Ahora, cumple 75 años. Un longevo aniversario que se ha celebrado por todo el mundo con diferentes exposiciones. Una de ellas, puede visitarse hasta el próximo 30 de noviembre en la boutique de Bvlgari en el número 74 del Paseo de Gracia de Barcelona.
Una pequeña exposición en la que podrá ver una selección de piezas únicas de la colección Serpenti. Algunas de los años 40, 50 y 60. Desde los primeros relojes con caja y esfera redonda, cuadrada o rectangular, hasta los collares más icónicos lucidos en las alfombras rojas. Entre ellos, el magnífico collar y brazalete Serpenti Rubellite Gaze. El collar es un elegante diseño de serpiente de dos cabezas entrelazadas, frente a una impresionante rubelita que simboliza el amor.
Junto a estas preciosas joyas, también podrá admirar la colaboración de Bvlgari con el artista Ignasi Monreal en forma de una impactante obra de arte, que reinterpreta el “Mito de Cadmo y Harmonía”. Una historia que cuenta que, tras recibir un collar maldecido como regalo de bodas, Cadmo quiso transformarse en serpiente. Cuando su esposa Harmonía lo vio, suplicó a los dioses que le permitieran compartir el mismo destino que su esposo, y también se convirtió en serpiente. En la reinterpretación de Monreal, Harmonia se convierte en el centro de atención convirtiéndose en el collar Serpenti Rubellite Gaze. Una simbiosis perfecta, como la que tienen Bvlgari y Serpenti desde hace 75 años.
© Imágenes Bvlgari
MARTA PARAREDA
"Periodista, especializada en Comunicación de Moda. Tras pasar por varios medios de comunicación desembarqué en el sector del lujo y rápidamente me cautivó. Mi mayor logro sería que los lectores disfrutaran tanto leyendo como yo lo hago escribiendo"