De vez en cuando aparece una de esas colaboraciones entre dos marcas, que poco tienen que ver entre sí, que enamoran a los consumidores. Una unión que hace de productos extraordinarios, algo único y excepcional. Como es el caso de Samsung y Maison Margiela.
La firma de tecnología y la casa parisina de alta costura se han unido para crear una edición especial del móvil Galaxy Z Flip 4, en la que la impronta y el estilo de la firma de moda queda patente tanto en su exterior, como en la tecnología de su interior.
Una pareja perfecta que, aunque a priori poco tengan que ver, coinciden en más de un aspecto. Samsung siempre se ha comprometido con la apertura, la ruptura de barreras y la ingeniería de lo imposible. Como lo ha demostrado con su primer smartphone plegable. Un espíritu que coincide plenamente con la filosofía de Maison Margiela, abanderada del desafío, la subversión y el rechazo de lo convencional.
El resultado es un Galaxy Z Flip 4 Maison Margiela Edition que se sale de la norma. Como no podía ser de otra forma, es de color blanco sólido. Con un acabado mate con una gota de gris, para crear el tono ideal de blanco, tan característico de Margiela. Además, el teléfono también adopta la técnica de décortiqué que la firma de moda ha utilizado en mucho de sus diseños, consistente en quitar capas externas de un objeto para exponer su núcleo. De esta forma, este smartphone de Samsung presenta líneas finas y translúcidas que representan los circuitos internos del teléfono.
Al igual que su exterior, el sistema operativo del Galaxy Z Flip4 Maison Margiela Edition también se guía por la esencia de la firma de alta costura. Con un diseño de UX completamente nuevo, que incluye iconos y obras de arte de fondo de pantalla específicas para esta edición.
Los accesorios que acompañan al teléfono también son especiales. Tanto los dos estuches con los que cuenta, como la caja en la que se ubica. El primer estuche es una cubierta de cuero que refleja la técnica blanchetto de casa. Aquella que cautivó al público en los inicios de la firma, que reduce un objeto a la simple belleza de un lienzo en blanco. En la que solo aparecen las cuatro puntadas icónicas de Margiela, que significan anonimato. El que durante años mantuvo el fundador de la marca.
La segunda funda hace referencia al emblemático anillo de codificación numérica de Masion Margiela, evocando claramente al ADN de la casa. Mientras que la caja es una obra de arte en sí misma. Juega con la idea revisada de inversión de la casa, exponiendo la superficie rugosa del material de pulpa interior hacia el exterior, creando un packaging de diseño único y muy especial.
Por desgracia, no todo el mundo podrá disfrutar de tan exclusivo smartphone de Samsung. Solo estará a la venta en mercados seleccionados, entre los que se encuentra China, Francia o Corea.
© Imágenes Samsung
