Pere-Joan Nogueroles, Presidente del Aeroclub Barcelona-Sabadell: «Volar es un lujo asociado a la libertad»

Volar es mucho más que un medio de transporte. Es un hobby que cuenta con miles de aficionados, ávidos de subirse en sus aeronaves y sentir una sensación que solo ellos entienden. Te gusta o no te gusta. No suele haber término medio. Un lujo, más emocional que económico, que comparten con pasión tanto pilotos profesionales como pilotos privados.

Pere-Joan Nogueroles es uno de esos pilotos. Un empresario con afición tardía que no ha perdido el tiempo. Actualmente es el Presidente del Aeroclub Barcelona-Sabadell. Un club que nació en 1953 de la fusión del Aeroclub de Barcelona y del Aeroclub de Sabadell, ambos fundados a principios de los años 30, cuando la aviación vivió una de sus épocas más doradas. Hoy día está considerado uno de los clubs aéreos más importantes de Europa y su escuela de pilotos, de las más importantes de España. Una simbiosis perfecta entre formación y hobby.

Hablamos con Pere-Joan Noguerolas sobre el Aeroclub Barcelona- Sabadell, sobre su afición, sobre sus sueños cumplidos….

• ¿Qué hace que el Aeroclub Barcelona-Sabadell esté considerado el más grande de Europa y sea una de las Escuelas de Pilotos más importantes de España?

Porque tiene más de 1.200 socios, más de 40 aeronaves, pero sobretodo porque no hay otro aeroclub que tenga más de 17.000 horas de vuelo realizadas como el de Barcelona-Sabadell. Los aeroclubs, tanto en España como en Europa, acostumbran a ser más pequeños. Hubo una época gloriosa en la década de los 70-80-90 donde existían muchos clubs pequeños. Pero en el 2001 con las Torres Gemelas la sociedad cambio y se tomaron nuevas medidas. A partir de ese momento, algunos aeroclubs se profesionalizaron y se hicieron más grandes para soportar la nueva estructura.

A nivel escuela, toda la gama de pilotos aeronáuticos se forma desde el club. Estamos formando pilotos privados, pilotos profesionales, de línea aérea, pilotos de helicóptero, de ultraligero y pilotos de dron. Desde hace 4 años formamos pilotos  profesionales y eso ha sido un gran revulsivo a la hora de ser un referente. Tenemos estudiantes de 34 países que encuentran una buena formación, pero también un ambiente de club muy agradable que es muy valorado.

• ¿Cuál es el perfil del socio del Aeroclub Barcelona-Sabadell?

El target de nuestro socio tiene dos vertientes. El más importante es el de una persona de 30-40 años, que ya está más estabilizado económicamente. El otro, es el de los pilotos que desde pequeños han volado con sus padres y continúan con la actividad. Estos últimos pueden iniciarse en el vuelo con el curso Cadete que se realiza en verano. En estos cursos, el niño hace toda la parte teórica y ya queda preparado para cuando pueda sacarse la licencia de piloto a partir de los 17 años.

• ¿Qué siente usted al volar?

Para mi es libertad. El hecho de volar te permite sentir esa tercera dimensión que no se nota en otros medios. ¡Puedes subir….!! Además, cuando vuelas consigues desconectar del mundo y de tus problemas porque todos tus sentidos están puestos en pilotar. Te olvidas del resto.

• ¿Qué cualidades debe tener alguien para ser piloto?

Un piloto ha de ser audaz, por el hecho de querer experimentar esa sensación de tercera dimensión. Y ha de tener la valentía de hacerlo. Pero además, un piloto ha de ser responsable porque está en un medio que no es el suyo y, a veces, lleva gente consigo que confía en él en ese momento. En el aire uno no puede parar y bajarse ¡! Y otra cualidad es la solidaridad. Una cualidad que tratamos mucho en el aeroclub. Los pilotos acostumbran a ser muy solidarios con los demás. Solidaridad en compartir sus experiencias aeronáuticas para ayudarse entre ellos. Algo que no ocurre con otros deportes o actividades.

• ¿Volar es un lujo?

No lo contemplaría como un lujo a nivel económico. Pero, sí que es un lujo poder coger un avión y poder volar a cualquier parte del mundo. El kilómetro de pista del Aeropuerto de Sabadell te conectan con todo el mundo. Es un lujo asociado a la libertad. Volar es un lujo personal. Una sensación maravillosa de libertad que solo sienten los pilotos.

• ¿Cómo ha gestionado el Aeroclub Barcelona-Sabadell el tema del Covid-19?

En un principio nos dejaron a todos en tierra. Pero en la vuelta a la nueva normalidad, respetamos las distancias, tenemos gel hidroalcohólico por todas partes, los aviones se limpian cada vez que se vuela y es obligatorio el uso de mascarilla si hay más de una persona en el vuelo. De momento, no hemos tenido ningún caso.

• Antes de la pandemia había una gran demanda de pilotos, ¿seguirá siendo así o habrá cambios?

La gente sigue interesándose por nuestros cursos. La aeronáutica irá volviendo a la normalidad poco a poco, pero hay que tener en cuenta que salíamos de una situación en la que faltaban 500.000 pilotos a nivel mundial para los próximos 5 años. Con lo cual, cuando esto acabe, posiblemente se necesitarán bastantes menos, pero continuarán faltando pilotos. Es una profesión de futuro.

A nivel particular, también se seguirá volando porque en este caso, muchos preferirán volar en un avión pequeño de pocas plazas y propio a uno comercial con cientos de personas a su alrededor. La pandemia puede provocar que vuelva a haber un aumento de aviones privados. En los últimos años ha habido un descenso de aviones de propiedad privada porque ha aumentado mucho la aviación de ultraligeros, sobre todo en Europa. En España, menos porque la legislación es más restrictiva. Los ultraligeros actuales son una maravilla a nivel de equipamientos, asientos de cuero, motor…. y la gente está empezando a decantarse por ahí. Es difícil decirlo, depende mucho de la evolución de la sociedad.

• En un mundo que cada vez mira más la sostenibilidad, ¿qué medidas realiza el Aeroclub?

Se está avanzando muy rápido en los motores eléctricos. Ya existen los primeros prototipos de aviones eléctricos que supondrán un cambio sustancial. El problema, de momento, es la autonomía que solo es de una hora. Pero, si llegaran a hora y media o dos horas serían muy útiles en la parte de formación, por ejemplo.

• ¿Cuál es el futuro del Aeroclub Barcelona-Sabadell?

Sobre todo se dirige hacia la formación de pilotos. Es algo innato en el ADN del Aeroclub, porque la persona que viene aquí para formarse, después se queda como socio. Es un entorno muy controlado. Sabemos si alguien vuela mucho o poco. Se realizan cursos, conferencias y actividades para que la gente se vaya reciclando….No queremos ser una institución que solo alquila aviones, sino crear un ambiente de club.

• ¿Qué le llevó a ser piloto?

Yo  empecé tarde, aunque ser piloto lo llevas dentro. No tenía a nadie de mi entorno que volara, pero siempre miraba y leía cosas relacionadas con la aviación. Hasta que un día decidí que lo tenía que probar. Hice un vuelo de iniciación de tres días y descubrí que esto era lo mío.

• Como Presidente del Aeroclub Barcelona-Sabadell y a nivel más personal, ¿cuál es su Dreams of Luxury?

Como presidente, sería que el siglo XXI fuera la consolidación aeronáutica del siglo XX. Un deporte y una afición que era del Siglo XX, realmente todo un lujo en aquella época, saber adaptarlo al siglo XXI. Consolidar y hacer crecer esta institución, pero sobretodo reinventarnos para que siga siendo un lujo poder disfrutar de esta gran afición que es volar.

A nivel personal, mi sueño, ya está cumplido. A nivel aeronáutico ha sido poder volar y conocer diferentes maneras de volar de otros países. Un vuelo a Alemania, Francia o Suiza es encantador. Tanto por volar, como por el entorno en el cual te encuentras. Hay un campo de aviación entre Alemania y Suiza que es un campo de hierba maravilloso. Después de volar unas seis horas, llegas allí y te encuentras un bar a pie de pista, viendo la puesta de sol con los Alpes al fondo… y lo has hecho en una avioneta de dos plazas!!. Una auténtica maravilla. Un sueño que yo he tenido la suerte de cumplir y sentir la libertad.

© Imágenes Aeroclub Barcelona-Sabadell; Pere-Joan Nogueroles; Dreams of Luxury