Siempre que se restaura un edificio es bueno recuperar su esencia, su historia… Y más, si ésta es maravillosa y poética. Son lugares que han vivido muchas vidas que, cuando se reinventan, no pueden dejar de contarlas. A través de sus paredes, de los elementos que lo componen o de su ambiente.
Tal es el caso de Palazzo Talía. Un nuevo hotel boutique de Roma, cuya fascinante historia cautiva. Su belleza enamora. Y su servicio permite disfruta de una estancia de lujo, que le trasladará a otra época.
Palazzo Talía se encuentra ubicado en un lugar muy especial. No solo porque está a pocos paso de la emblemática Piazza di Spagna y de la Fontana de Trevi. Sino porque se cuenta que ninfas y deidades frecuentaban el lugar desde la época romana. De hecho, su nombre hace referencia a Thalia, la musa de la comedia.
Pero, más allá de las antiguas creencias, Palazzo Talía tiene un interesante pasado. Aquí fue donde construyó su residencia el humanista Angelo María Colocci, secretario del Papa León X de Medici. Después fue residencia de nobles y altos prelados, hasta que fue adquirido por el Cardenal Tonti, nombrado arzobispo titular de Nazaret. A su muerte, éste lo cedió a San Giussepe Calasanzio, fundador de los padres escolapios, que lo convirtió en un colegio para niños de familia pobres. Sin embargo, con el tiempo el colegio fue adquiriendo prestigio y se convirtió en el lugar en el que estudiaba la aristocracia, siendo referente en toda Europa. Aquí se educaron políticos, cardenales y diplomáticas, hasta que en 1999 cerró sus puertas.
Ahora se han vuelto a abrir para albergar un precioso hotel de lujo de tan solo 26 habitaciones, cuya decoración combina los antiguos mármoles y estatuas del colegio, con acabados contemporáneos, los mejores materiales y la mejor artesanía.
Cada habitación es distinta a la otra. Pero todas mantienen la esencia de lo que fue un antiguo palazzo residencial de la época del Renacimiento, traído a la época actual.
Palazzo Talía también cuenta con el Restaurante Tramae y con el Bar della Musa, ideales para degustar la mejor comida italiana o deleitarse con una copa al final del día, en un espacio donde los antiguos grotescos adornan los techos y frescos del siglo XVI y XVIII las paredes, y se puede disfrutar de bonitas vistas a la ciudad de Roma.
También hay tiempo para el relax. En el corazón del hotel, junto al lugar donde discurría el antiguo acueducto Aqua Virgo, rodeado de piedras antiguas bajo bóvedas de cañón, se encuentra una piscina climatizada y un espacio de bienestar, con sauna, baño turco y gimnasio.
Sin duda, un nuevo lugar al que acudir si se visita Roma. La esencia de la Ciudad Eterna y su historia se merecen un alojamiento a la altura. Un lugar que también aúne la historia y el encanto palaciego propio de la ciudad, con un ambiente acogedor que combina la intimidad de un hogar con la grandeza de un espacio cargado de historia.
©Imágenes Palazzo Talía
MARTA PARAREDA
"Periodista, especializada en Comunicación de Moda. Tras pasar por varios medios de comunicación desembarqué en el sector del lujo y rápidamente me cautivó. Mi mayor logro sería que los lectores disfrutaran tanto leyendo como yo lo hago escribiendo"