Cuando la vorágine de veraneantes abandona Mallorca, la isla se convierte en un paraíso muy diferente. Un lugar en el que la calma forma parte de su día a día. Con los mismos paisajes naturales increíbles, pero vistos desde otra perspectiva. Un paraje que merece una visita distinta. Para disfrutar de su cultura, de su gente y de su tranquilidad.
Algo que fácilmente puede encontrar en una joya termal que esconde la isla pitiusa. Se trata de Fontsanta Hotel. Un precioso hotel de 37 habitaciones, diseñado por el arquitecto mallorquín Antoni Esteva. Único en su especie porque alberga las únicas aguas termales de las islas baleares, originarias de la época romana.
El hotel, de Cinco Estrellas, se encuentra ubicado en la única e impresionante Reserva Natural de Es Trenc Salobrar de Campos. Un paraje de belleza natural inigualable, en una finca histórica del siglo XIX. Este exclusivo santuario rural comenzó su vida en 1845 como un balneario público, hasta que pasó a manos privadas en 1916. Totalmente renovado y convertido en un hotel elegante y contemporáneo por la familia Cosmet, el Fontsanta Hotel es un imán para aquellos que buscan una experiencia de spa única y total paz y tranquilidad.
Por supuesto, uno de sus principales atractivos es el manantial Fontsanta, que proporciona aguas termales, ricas en minerales y conocidas por sus propiedades curativas. Lo que hace de este hotel un destino exclusivo para aquellos que buscan un refugio de bienestar único. Entre otras cosas, porque ofrece una amplia variedad de tratamientos diseñados para rejuvenecer cuerpo y mente, pero también por sus dos piscinas exteriores y su piscina termal interior, por sus jacuzzis, su sauna y su vaporarium, sus salas de relax e incluso por sus clases de yoga.
Pero más allá de sus exclusivos servicios wellness, el Fontsanta Hotel es un también un refugio de calma en un entorno maravilloso, rodeado de naturaleza y a tan solo 5 minutos en bicicleta de la preciosa playa d’Es Trenc y cerquita de las marismas naturales de Es Salobrar.
Sus 37 habitaciones tampoco defraudan. 11 junior suites, 10 suites y una villa con piscina privada decoradas en una paleta de colores de tonos neutros y materiales de origen natural. Todas ellas, con terraza o patios privados. Todo ello, diseñado para conseguir que los huéspedes entren en ese estado de relajación que invite a esa calma mallorquina que se pretende.
La parte gastronómica corre a cargo del Restaurante Fontsanta, capitaneado por el chef Jonathan Maldonado, con una propuesta que combina la cocina de vanguardia con el producto de proximidad.
Sin duda, un enclave único de lujo silencioso mallorquín donde el lujo y el bienestar cohabitan en perfecta comunión para ofrecer a sus clientes una propuesta repleta de experiencias exclusivas. Sus aguas termales son la excusa perfecta para hacer una visita, pero no solo eso. Su enclave privilegiado y la sensación de calma que transmiten todo el lugar, hacen del Fontsanta Hotel el lugar perfecto para una escapada alejada del turismo, cualquier época del año. Donde sentirá de primera mano y sin darse cuenta ese sosiego innato de la isla que solo unos pocos privilegiados conocen.
©Imágenes Fontsanta Hotel
MARTA PARAREDA
"Periodista, especializada en Comunicación de Moda. Tras pasar por varios medios de comunicación desembarqué en el sector del lujo y rápidamente me cautivó. Mi mayor logro sería que los lectores disfrutaran tanto leyendo como yo lo hago escribiendo"