El carnaval más glamuroso del planeta es, sin duda, el de Venecia. Durante más de quince días, las calles y canales de la ciudad se llenan de máscaras, trajes de época, colores y plumas para recrear una festividad que data originariamente del siglo XI. Sin embargo, no será hasta dos siglos después que se declare como festividad pública. Una idea para conceder al pueblo la oportunidad de ser libre por unos días, y hacerles creer que el control ejercido por el gobierno no era tal.
Recuperada la tradición en 1979, tras ser abolida por Napoleón, en unos días Venecia se convertirá de nuevo en el epicentro de una de las fiestas más exquisitas de carnaval. O no. Porque en otro lugar histórico, centro de grandes fiestas como lo fue Versalles, se preparan para un baile de máscaras lleno de lujo y sofisticación. Esa es la propuesta de Le Grand Côntrole, el hotel de lujo ubicado en el Palacio de Versalles.
El próximo 17 de febrero, la magia del Carnaval de Venecia se unirá al esplendor de Versalles para un baile de máscaras muy especial. Durante ese fin de semana, el vínculo entre las grandes fiestas celebradas en la Corte de Versalles y la diversión y el carisma del Carnaval de Venecia se verá reflejado en un evento que unirá ambos mundos. Donde los invitados, ataviados con trajes de época, disfrutarán de varias sorpresas.
La fiesta se iniciará con una cena excepcional, en la que los invitados enmascarados disfrutarán de un menú inspirado en la cocina veneciana. Una propuesta gastronómica creada por el equipo del chef Alain Ducasse. El chef encargado de la cocina del hotel Airelles Chaâteau de Versailles, con una Estrella Michelin. Donde a diario ofrece a sus huéspedes dar un salto al pasado, hacia las fiestas dignas de antaño, con exquisitos menús modernos con toques contemporáneos.
Tras la cena, los afortunados huéspedes disfrutarán de una velada al más puro estilo Grand Siècle. Una tradición propiamente francesa. Relacionada con el barroco y el clasicismo francés, llena de exageración, diversión y excentricidades, que cautivaron a la corte de Luis XIV. Una velada repleta de juegos. Como el Cavagnole, una especie de bingo. Como un juego de naipes llamado Lansquenet. O el juego de la cinta o el tradicional Bluff del ciego, conocidos también como ‘la gallinita ciega’, entre otros.
Tras la fiesta, le espera descansar en una de sus suntuosas suites, decoradas con sumo cuidado para respetar la esencia del lugar. Habitaciones majestuosas con mucho encanto, con vistas privilegiadas a los Jardines de Versalles. Un lugar donde sentirse como la propia María Antonieta y recorrer los mismos lugares donde ella paseó.
Un hotel muy especial que además ofrece experiencias tan bucólicas como paseos a caballo, vestirse con trajes de época, para trasladarse a la época del Rey Sol, o disfrutar de un romántico picnic al aire libre, regado con champán.
© Imágenes Le Grand Côntrole
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MARTA PARAREDA
"Periodista, especializada en Comunicación de Moda. Tras pasar por varios medios de comunicación desembarqué en el sector del lujo y rápidamente me cautivó. Mi mayor logro sería que los lectores disfrutaran tanto leyendo como yo lo hago escribiendo"