Su exquisito savoir faire, el cuidado en los detalles, sus materias primas de alta calidad y un trabajo a mano único, convierten a las firmas de lujo en el estandarte de la artesanía. Sus productos no existirían sin esos profesionales que realizan su oficio con esmero y delicadeza. Un minucioso trabajo que lleva años de dedicación y especialización, para el que cada vez hay menos candidatos.
Los oficios de toda la vida. Aquellos que se realizaban manualmente, con mimo y mucha dedicación, se han visto reducidos a trabajos anecdóticos. Cada vez hay menos artesanos. Sin embargo, las firmas de lujo los necesitan. Y formar a un técnico artesano en las funciones que cada una de las firmas requiere, supone unos 10 años de media. Así que la solución a un problema, cada vez más acuciante, ha sido crear sus propias escuelas de artesanía.
Son escuelas con programas de formación y talleres prácticos de artesanía que ofrecen prácticas y trabajos en las firmas de lujo que los han formado. De esta forma, lo que era un problema ante la falta de artesanos, se ve solventado por la creación de nuevos profesionales, formados expresamente para desarrollar un trabajo en la cadena de producción de la marca de lujo pertinente.
La firma de calzado Tod’s fue de las primeras en crear en 2012 un centro de formación llamado La Bottega dei Mestieri. Su el objetivo es el de formar profesionales técnicos con competencias específicas en el diseño y creación de productos de marca de la empresa. Allí se imparten ciclos formativos de seis meses para formar a un máximo de diez estudiantes en técnicas artesanas de calzado, marroquinería y confección.
El grupo LVMH también creó su Institut des Métiers d’Excellence (IME) en 2014. Desde entonces, el 75% de los aprendices que han estudiado en su escuela se ha incorporado como profesionales en alguna de las casas del grupo.
Hermès también hizo lo propio en 2021, creando la Hermès School of Expertise, donde artesanos, que trabajan en la producción de los productos de la firma, son los maestros que forman a los futuros artesanos.
La última en incorporarse a este boom de escuelas de artesanía ha sido Bottega Veneta. Su Accademia Labor et Ingenium quiere fomentar la próxima generación de talentos artesanos siguiendo los valores de la marca, representados en su escudo con Labor et Ingenium (Artesanía y creatividad). Una escuela que no solo formará a futuros artesano ajenos a la empresa, sino que también fomentará el reciclaje de sus propios empleados.
En todas ellas lo único que se les pide a sus alumnos para ingresar es tener una alta atracción por el trabajo manual y la artesanía, atención al detalle y gusto por el trabajo bien hecho, espíritu de trabajo en equipo, pragmatismo y adaptabilidad. Básicamente los requisitos de todo buen artesano, tan ligados todos ellos a los valores de las grandes firmas de lujo.
© Imágenes Bottega Veneta; Hermès; Tod’s
