La costa amalfitana es una de las más bonitas y románticas de Italia. Recorrer su serpenteante carretera, visitar sus bonitos pueblos o relajarse en sus magníficas playas transportan a una Italia glamurosa en la que uno espera encontrar a estrellas de cine paseando por cualquiera de sus rincones. Su aroma a los abundantes cítricos que la pueblan y al mar que la rodea es solo un aliciente más para visitar este idílico lugar que rezuma tradición, con un punto de sofisticación, difícil de encontrar en otro punto del país.
La costa de Amalfi está salpicada de cientos de hoteles, suspendidos en su mayoría en los acantilados que ocupan el paisaje. El último en llegar ha sido Borgo Santandrea. Un lujoso hotel de cinco estrellas, que se ha convertido en el primero abierto en su categoría en los últimos quince años.
Con vistas al encantador pueblo de Conca dei Marini, Borgo Santandrea se encuentra situado a 90 metros sobre el nivel del mar, en un acantilado. Formado por bonitos jardines y terrazas panorámicas que van descendiendo hacia su playa privada, a la que también se puede acceder a través de un ascensor en la roca.
Borgo Santandrea cuenta con 29 habitaciones y 16 suites con espectaculares vistas del mar y con una decoración en la que destacan los tradicionales azulejos hechos a mano de la región, muebles a medida, antigüedades eclécticas y tejidos locales. Todo para crear un ambiente encantador y romántico, con el mar como telón de fondo.
Entre sus magníficas estancias destaca la Premium Suite. Una lujosa habitación con jardín y piscina infinita privada que es la quintaesencia del glamur italiano. Con unas vistas privilegiadas que puede ver desde la cama, un magnifico baño de mármol y una terraza de la que le será difícil alejarse.
Borgo Santandrea cuenta con todo lo necesario para disfrutar de unos días de relajación mientras visita los pueblos vecinos de Positano, Amalfi o Ravello o descubre esta preciosa costa a bordo de un velero. El hotel cuenta para ello con muelle y barco privado, piscina exterior de agua salada y una de las pocas playas privadas de la zona.
La experiencia gastronómica, inspirada en los sabores locales, corre a cargo del chef Crescenzo Scotti, encargado de los tres restaurantes del lugar. Bien sea la terraza panorámica de Alici, perfecta para una velada romántica frente al mar, o el Beach Club junto a la playa, que ocupa lo que antiguamente fue un cobertizo en el que los pescadores del lugar guardaban sus botes y sus redes.
El más mínimo detalle del hotel Borgo Santandrea rezuma esencia italiana. Desde la artesanía de sus suelos hasta los artículos de tocador que llevan la firma de Acqua di Parma. O sus jardines, repletos de limones, de olivos y de plantas típicas de esta costa, como las granadas, el jazmín y el mirto aromático.
Sin duda, un lugar romántico a tener en cuenta si uno busca un sitio que le transmita la esencia de un hogar inconfundiblemente italiano. Un enclave que le transportará a la década de los 60, años de los que data el edificio original y en el que se inició la Dolce Vita. Una época llena de glamur, sofisticación y diversión que ahora puede recrear en su visita a Borgo Santandrea.
© Imágenes Borgo Santandrea
MARTA PARAREDA
"Periodista, especializada en Comunicación de Moda. Tras pasar por varios medios de comunicación desembarqué en el sector del lujo y rápidamente me cautivó. Mi mayor logro sería que los lectores disfrutaran tanto leyendo como yo lo hago escribiendo"