No es raro que edificios en desuso, pero con una gran historia tras de sí, hayan conseguido una segunda vida, que poco tiene que ver con su función inicial. Fueron lugares emblemáticos en una época y olvidados en otra. Pasando del esplendor a la decadencia en cuestión de décadas, hasta que han conseguido renacer de sus escombros.
Ese es el caso de la Canfranc Estación, una estación de tren internacional que desde 1928 unió Francia y España por los Pirineos, convirtiendo este bonito pueblo de Huesca en todo un referente turístico por su preciosa estación. Un edificio de arquitectura palacial francesa del siglo XIX declarada Bien de Interés Cultural en 2002, que cerró sus puertas y fue lentamente abandonada. Tras mucho tiempo en el olvido, por fin ha vuelto a abrir sus puertas. Esta vez, reconvertida en un hotel de Cinco Estrellas Gran Lujo. El Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel, un proyecto de Barceló Hotel Group.
Los 241 metros de longitud del edificio y sus 75 puertas en cada uno de los lados han sido reconvertidos, tras mucho tiempo de reformas, en un precioso hotel de lujo, cuya estética y decoración se inspira en las antiguas estaciones y en los lujosos trenes de largo recorrido que atravesaban Europa a principios del siglo XX.
El diseño de los espacios ha corrido a cargo de Il Mio Design. Ellos se han encargado de devolver su esplendor a este mítico apeadero. Fusionando el estilo de la antigua estación con nuevos toques contemporáneos. Consiguiendo espacios cálidos y elegantes. Con sutiles elementos art déco, materiales nobles, como la madera y el latón, y tejidos ricos, como el terciopelo en una gama cromática, en tonos beige, verde y petróleo, inspirada en los años 20. Tampoco falta un guiño a la cultura aragonesa, con colores inspirados en los ricos y variados trajes regionales de la zona.
El nuevo hotel Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel cuenta con 104 habitaciones y suites, distribuidas entre la primera y la segunda planta del edificio. Lo que antes era el vestíbulo de la estación, es ahora una impresionante recepción. En la planta baja se encuentra el Wellness Spa, con piscina climatizada, zona de fitness y cuatro salas de tratamiento. Así como una biblioteca en la que se puede disfrutar de una coctelería única en la zona.
La parte gastronómica está liderada por dos referentes de la alta cocina aragonesa: Eduardo Salanova y Ana Acín. Con un restaurante, donde disfrutar del concepto de Royal Breakfast, y dos restaurantes más, uno gastronómico y otro a la carta, situados en el exterior del hotel, en dos vagones rehabilitados siguiendo el mismo estilo clásico del siglo XX que el resto del hotel.
Sin duda, alojarse en el Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel será la excusa perfecta para visitar o revisitar la localidad de Canfranc. Un lugar con un gran legado ferroviario y una bonita historia vinculada al ir y venir de los viajeros, que llegaban y partían en busca de aventuras extraordinarias. Como la vivida por este edificio, emblemático y con historia, que ha conseguido su segunda vida, con cierto aire de nostalgia y mucho glamur.
© Imágenes Canfranc Estación, a Royal Hideway hotel
MARTA PARAREDA
"Periodista, especializada en Comunicación de Moda. Tras pasar por varios medios de comunicación desembarqué en el sector del lujo y rápidamente me cautivó. Mi mayor logro sería que los lectores disfrutaran tanto leyendo como yo lo hago escribiendo"