Barcelona es Modernismo. Arquitectos de la talla de Antoni Gaudí, Domènech i Montaner o Puig i Cadafalch dejaron su impronta, con creaciones únicas como la Casa Batlló, La Pedrera, el Palau de la Música o la Casa de les Punxes, entre otras muchas. Sin embargo, paseando por sus calles es posible encontrar muestras de Modernismo más allá de los edificios más conocidos. Uno de ellos es la Casa Burés. Un inmueble, situado en la esquina de las calles Ausiás Marc con Girona, convertida ahora en residencias de lujo.
26 viviendas de alto standing, cuya rehabilitación arquitectónica lleva la firma TDB Arquitectura y el equipo de interioristas Vilablanch. El resultado no puede ser más exquisito, ya que se han cuidado al máximo todos los detalles para que el edificio no pierda su esencia y luzca con el mismo esplendor de hace cien años.
Construida entre 1900 y 1905, la Casa Burés fue un encargo de Francesc Burés, propietario de una de las empresas textiles más próspera de España. El encargado de la obra fue Francesc Berenguer, discípulo de Gaudí, quien diseñó un edificio que cumpliera con todas las necesidades de la familia. En la planta baja se encontraba la sede y el almacén de la empresa, en la primera planta la vivienda familiar y en los pisos superiores se instalaron doce apartamentos de alquiler para el servicio.
Ahora, una exhaustiva restauración la ha convertido en diversas viviendas de entre 120 y 500 metros cuadrados, de 1, 2 ó 3 dormitorios. Manteniendo, eso sí, la estructura del edificio y los elementos decorativos catalogados de la arquitectura modernista. Se han conservado puertas, ventanas, techos, vidrieras…para que la finca siga manteniendo su esplendor y características únicas.
La Casa Burés cuenta con 7.000 metros cuadrados, distribuidos en seis plantas. En la planta baja se han construido tres lofts que mantienen la estética industrial propia de la empresa textil. Cuentan con cocina abierta a un gran salón-comedor, dos dormitorios y dos baños.
En el piso principal se encuentran dos impresionantes viviendas de 500 metros cuadrados. Dos joyas modernistas que mantienen magníficos frescos en paredes y techos, vitrales emplomados y una ebanistería rica en molduras y detalles ornamentales. Para acceder a ellas, se puede hacer por la imponente escalera de piedra que preside el hall del edificio. Una vez dentro, uno se encuentra con un impresionante salón, una cocina cerrada, un majestuoso comedor, tres dormitorios y sus respectivos baños.
Los apartamentos que antes fueron de alquiler, se han convertido ahora en 16 pisos con techos artesanados, suelos hidráulicos y sinuosas molduras. Mientras que en las dos últimas plantas se han ubicado cinco áticos, dos de ellos dúplex.
Además, la Casa Burés cuenta con varias zonas comunes, distribuidas por diferentes espacios del edificio. En el sótano se encuentra una gran zona comunitaria que incluye una piscina cubierta, un spa, una cocina profesional, una bodega, un comedor, un gimnasio y una zona de reuniones y entretenimiento. En las terrazas de la parte más alta de la construcción, se ha creado una zona perfecta para la relajación con piscina al aire libre.
Viviendas únicas, modernas y de diseño que conservan la esencia del Modernismo. Donde el uso de la luz, el espacio y la habitabilidad le confieren a cada estancia el máximo confort. Residencias de lujo con historia modernista.
© Imágenes Estudio Vilablanch
MARTA PARAREDA
"Periodista, especializada en Comunicación de Moda. Tras pasar por varios medios de comunicación desembarqué en el sector del lujo y rápidamente me cautivó. Mi mayor logro sería que los lectores disfrutaran tanto leyendo como yo lo hago escribiendo"