El cambio climático, el coronavirus, las guerras, la falta de empatía con los refugiados, el hambre … y a nivel más personal, el estrés del trabajo, la economía familiar o la falta de tiempo… nos hacen decir: basta!!! Necesitamos rediseñar el mundo y nuestra vida. Y, aunque no es bueno huir de los problemas, de vez en cuando es preciso desconectar, tomarnos un respiro y volver a empezar, para hacerlo con más ganas y con nuevas perspectivas.
Si buscamos un lugar sinónimo de calma y silencio. Un espacio idílico donde relajarnos. Un sitio rodeado de naturaleza donde la sostenibilidad es su máxima. Un rincón escondido del mundo, donde no ser visto, pero donde disfrutar de vistas únicas. Un lugar reinventado….Cap Rocat es el sitio.
Cap Rocat es un hotel de lujo, situado en un lugar privilegiado de la Bahía de Palma de Mallorca. Una antigua fortaleza que nunca desempeñó su función defensiva, escavada en la roca y reconvertida en un espacio único por el estudio de Antonio Obrador. Un enclave que conserva toda su singularidad arquitectónica y se mimetiza con el Área Natural Protegida en la que se encuentra.
Inaugurado en 2010, Cap Rocat desprende mediterráneo en todos sus rincones: sus olores, sus colores, sus texturas, la brisa marina… Su rehabilitación transformó las austeras dependencias de la fortaleza en zonas de descanso donde convive lo moderno y contemporáneo con lo clásico e histórico.
Sobre una de las murallas se encuentra una espectacular piscina de agua salada que se confunde con el mar y es el perfecto mirador desde el que contemplar la Bahía de Palma.
Cada una de sus habitaciones y suites ocupan antiguas dependencias de la fortaleza. Una de las más espectaculares es la Suite Centinelas, situada en los viejos puestos de vigilancia al borde de los acantilados donde se escondían los cañones. Una estancia escavada en la roca, con suelos de mármol y techos de madera donde el mar es el principal protagonista.
La Suite Doble Fortaleza ocupa los puestos de guardia protegidos tras el portón y la Suite Cap Rocat las troneras donde se guardaban las baterías que nunca se usaron. La Suite del Mar son pequeñas casitas de estilo mediterráneo y mallorquín rodeadas de jardín y con una alberca privada. Mientras que la Suite El Cabo cuenta con tres terrazas a diferentes alturas, piscina privada y zona ajardinada donde la privacidad es su mayor valor.
Estancias únicas que invitan a no salir de ellas. Sin embargo, Can Rocat ofrece mucho más. Una esmerada gastronomía, experiencias exclusivas para sus huéspedes y un lujoso spa en un lugar idílico, acaban de conformar la escapada perfecta.
© Imágenes Can Rocat