No es de extrañar que alguien nacido y criado en el seno de una de las firmas de moda más prestigiosas, se decante por ese mismo sector. Lo lleva implícito en su ADN. Y aunque pertenecer a esa firma, famosa por sus increíbles creaciones, pero también por su tremenda historia de conspiraciones y asesinato, no sea fácil, lo mejor es coger la parte positiva e inspirarse en su legado, alejándose de todo aquello que se quiere olvidar.
Eso mismo es lo que ha hecho Alexandra Gucci. La que debería haber sido heredera de Gucci, nieta de Aldo Gucci y bisnieta del Guccio Gucci, fundador de la marca, ha creado su propia firma. Se trata de AGCF. Una marca de bolsos, joyas y accesorios de lujo, con la que hace un guiño al legado de su familia. Pero con la que también pretende cambiar la reglas del juego de la industria de la moda.
Su nombre, las siglas AGCF, son toda una declaración de intenciones. AG, de Alexandra Gucci, en honor a su legado y herencia, sobre todo del diseño visionario de su abuelo Aldo Gucci. CF, de Creative Framework. Del marco creativo en el que se quiere situar. Con un diseño atemporal, una artesanía excepcional y un propósito con el que quieren elevar y transformar la moda y el lujo, combinando ética y estética.
Creada como Corporación de Beneficio Público, AGCF se basa en el compromiso de generar un impacto duradero en la sociedad. La forma de conseguirlo es comprometiéndose a donar un porcentaje mínimo del 2% de sus ventas y el 20% de sus ganancias a organizaciones benéficas que se alineen con los valores de la firma.
Su propuesta es apoyar el bienestar y la protección de mujeres jóvenes y niños, así como del planeta, al evaluar las prácticas y materiales de fabricación. Su idea es demostrar que las prácticas éticas pueden coexistir con un diseño excepcional, empoderando con sus productos en lugar de explotando.
Con esta exquisita carta de presentación, sus productos están a la altura. Se trata de bolsos, joyas y accesorios de una gama de lujo asequible, en cuyos diseños no faltan guiños velados a Gucci. Como las rayas en relieve de algunos de sus bolsos en la solapa, que recuerdan a la tribanda de la firma italiana. O el cierre con un herraje cruzado en dorado, icono de la firma, que se parece a la G entrelazada de Gucci.
Sus diseños son elegantes y sencillos. De líneas atemporales y colores neutros. Sus bolsos están elaborados por talleres familiares de artesanos españoles. Usando cuero que es un subproducto de la industria cárnica, para evitar la crueldad animal en la producción. Mientras que sus joyas están elaboradas con plata y oro vermeil de 18 quilates. Algunas con detalles de diamantes de laboratorio, cuarzo ahumado o perlas Akoya japonesas.
Su primera tienda física también es un guiño a su abuelo. Está situada en Rodeo Drive, en Beverly Hills. El mismo lugar donde su antepasado fue el primero en abrir una boutique de una casa de moda de lujo, allanando el camino para que esta icónica calle se convirtiera en el emblema que es hoy.
© Imágenes AGCF