Los olores inspiran recuerdos. Esa es la esencia de los perfumes. Nos agradan unos más que otros en función de los recuerdos que esos aromas nos evocan. El olor de nuestra infancia, el perfume de nuestro primer amor o la esencia de ese país que tanto nos gustó. Cada uno de ellos cuenta una historia, nuestra propia historia.
De esa idea parte la primera incursión de la firma de moda Victoria Beckham en el mundo de las fragancias. Tres perfumes, inspirados en tres momentos de la vida de la fundadora de la marca y de su familia. Se trata de Portofino’97, de Suite 302 y de San Ysidro Drive.
Cada una de estas fragancias destila las notas de una época y de una atmósfera, capturando los recuerdos de Victoria Beckham de distintos lugares y experiencias, basándose en asociaciones personales, que al tiempo, son universales.
Tres fragancias unisex, creadas en colaboración con el maestro perfumista Jérôme Épinette, enfundadas en un frasco inspirado en una botella de perfume vintage que Victoria coleccionó mientras viajaba. Cada una de ellas esmaltada en tres colores diferentes: el azul del mar de Liguria para Portofino’97, blanco como un vestido de Victoria para Suite 302 y el amarillo del sol californiano para San Ysidro Drive.
Portofino’97 es el recuerdo de Victoria de sus inicios con David Beckham. Era 1997. Ella estaba en las Spice Girls y David jugaba en el Manchester United. Su relación todavía era un secreto, así que decidieron hacer un viaje a Portofino a escondidas. Su memoria le lleva a recordar la luz del lugar, cómo olía el hotel y lo emocionante que fue ese momento. A eso huele Portofino’97. A un amor escondido, a una fuga secreta… Con notas de bergamota de Calabria y pimienta negra, al incienso y al ámbar que le traen a la memoria las sábanas blancas y frescas de la cama, y a pachuli y vetiver, persistente en la piel de David.
Mientras que Suite 302 es una fragancia amaderada con cereza negra, cuero y hojas de tabaco, que le recuerdan a la diseñadora sus lujosas escapadas a París en sus aniversarios, alojados en la Suite 302. Un perfume enfundado en un frasco de esmalte blanco, como el vestido de Roberto Cavalli que lució Victoria para su renovación sorpresa de votos con David en esta ciudad.
Y por último, San Ysidro Drive. Una fragancia amaderada y floral, con notas de azafrán, rosa y ámbar, que evoca a los nuevos comienzos que la familia inició en 2007 con su traslado a Los Ángeles. Nuevos proyectos, nuevas expectativas… regadas por el brillante sol de California y el aire salado del océano.
Tres fragancias que, además de rememorar momentos especiales de esta familia tan mediática, suponen el inicio de una nueva línea de negocio para la firma Victoria Beckham. Cada uno de ellas está diseñada instintivamente para encarnar la esencia de la marca de moda y la belleza de Victoria, así como sus valores. Por eso, estos perfumes son veganos, sin gluten, sin soja, sin frutos secos y sin crueldad animal.
© Imágenes Victoria Beckham Beauty
MARTA PARAREDA
"Periodista, especializada en Comunicación de Moda. Tras pasar por varios medios de comunicación desembarqué en el sector del lujo y rápidamente me cautivó. Mi mayor logro sería que los lectores disfrutaran tanto leyendo como yo lo hago escribiendo"